Mensaje del Presidente de la Corte IDH, Juez Ricardo C. Pérez Manrique en la apertura del Año Judicial Interamericano 2023
El año 2022 asumí la Presidencia de la Corte Interamericana con el compromiso de dar lo mejor de mí para guiar a esta institución, responsable de la protección de los derechos humanos de más de 600 millones de personas. Sirva esta como una oportunidad para agradecer el trabajo de todos mis colegas durante el 2022 y especialmente un reconocimiento a mi colega Humberto Antonio Sierra Porto por haberme acompañado en la Vicepresidencia durante el año pasado y a su vez agradezco al Juez Eduardo Ferrer Mac-Gregor Poisot quien es el nuevo Vicepresidente de la institución para el año 2023.
Como recordarán, en la Ceremonia de Inauguración del Año Judicial 2022 resaltamos que iba a ser un año de cambios al interior de la Corte. La Corte dio la bienvenida a tres nuevas Juezas y un nuevo Juez. Se incorporaron los colegas Nancy Hernández López, Verónica Gomez, Patricia Pérez Goldberg y Rodrigo Mudrovitsch. Una integración paritaria es clave en todos los ámbitos de la sociedad y la justicia por supuesto que no escapa a ello.
Esta es una Institución que se sostiene en torno a una destacada trayectoria de generaciones de jueces y juezas, que han actuado con integridad, independencia, imparcialidad y transparencia. Esta historia se sigue escribiendo y con ello perfeccionando los estándares de protección de los derechos humanos en un Continente que necesita de estos espacios cada día más.
En 2022 la Corte sufrió la pérdida de dos grandes juristas que formaron parte de la Corte Interamericana. El Juez Eduardo Vio Grossi, quien fue Vicepresidente de este Tribunal y el Juez Antonio Augusto Cançado Trindade, Expresidente. Ambos contribuyeron enormemente a consolidar la forma como hoy conocemos el derecho internacional de los derechos humanos y al sistema interamericano de protección de los derechos humanos. Vaya el reconocimiento que este Tribunal desea hacer a su legado y el saludo a sus familias.
La impartición de justicia requiere de órganos que puedan adaptarse a los nuevos desafíos que se presentan en todos los ámbitos de la vida humana. La Corte Interamericana ha adaptado su accionar a los nuevos tiempos y bajo esta Presidencia se ha implantado un sistema hibrido de trabajo que integra de manera permanente tanto actividades presenciales como virtuales, con el objeto de alcanzar la mayor eficiencia y eficacia en su accionar. Los resultados son categóricos: El Tribunal sesionó de manera colegiada un total de 24 semanas. Se realizaron 42 audiencias públicas y 3 diligencias probatorias sobre Casos Contenciosos. Se emitieron 25 Sentencias de Fondo y 9 de Interpretación, así como una Opinión Consultiva. El promedio de tramitación se ha mantenido en 24 meses. También se emitieron 58 resoluciones tanto de Supervisión de Cumplimiento como de Medidas Provisionales.
Si bien muchas veces el tiempo que pasa entre que la Corte comienza a atender un caso y el momento de los hechos es mucho, la vigencia de los temas que la Corte pudo desarrollar a través de su Jurisprudencia responden a problemáticas actuales.
En el año 2022 la Corte pudo pronunciarse sobre temas como: la independencia judicial, la libertad de expresión y las responsabilidades ulteriores por su ejercicio, los derechos políticos y la libertad expresión de partidos políticos de oposición y la responsabilidad del Estado por la represión y exterminio de personas motivadas por la ideología política, los derechos de las mujeres a una vida libre de violencia, la violencia obstétrica, los derechos de los trabajadores, los límites a la pena de muerte, los requisitos y límites para que una prisión preventiva sea legítima, entre otros importantes temas.
En el marco de la estrategia de Tribunal de Puertas Abiertas, la Corte pudo retomar las visitas a los Estados, aspecto clave para el relacionamiento de los órganos de justicia, con el objeto de mantener un diálogo activo con los distintos actores institucionales y sociales. Los órganos de justicia deben ser cuerpos abiertos que no tengan temor al relacionamiento y diálogo con los países, eso permite a los jueces y juezas tener una visión de primera mano respecto a los desafíos del continente.
El Tribunal celebró en agosto un Período Ordinario de Sesiones en Brasilia y otro en Uruguay en el mes de agosto. Se realizaron audiencias públicas sobre Casos Contenciosos, que contaron con un gran marco de público que vino a presenciar cómo se desenvuelve un proceso internacional ante la Corte Interamericana. Igualmente, la Corte desarrolló actividades académicas que buscan contribuir a dialogar sobre la jurisprudencia de este Tribunal, así como reflexionar sobre los retos que enfrenta el derecho internacional de los derechos humanos.
Otro de los puntos en los que trabajó la Corte durante el 2022 fue en mejorar su relacionamiento con los Estados del Caribe. Hoy nos honra con su presencia el Presidente de la Corte de Justicia el Caribe, Adrian Saunders a quien extiendo un especial saludo. En septiembre una delegación de la Corte visitó la Corte de Justicia del Caribe y participó del Primero Encuentro Hemisférico entre cortes regionales. Producto de este encuentro y con el fin de hacer de este diálogo un foro permanente se suscribió la Declaración de Puerto España. Este año organizaremos una actividad similar aquí en San José.
También hubo una presencia en territorio tanto del Presidente como de Juezas y Jueces y de personal en varios países de América y el Caribe. Es una Corte que tiene la vocación de trasladarse para ver de primera mano la realidad del Continente. Sin dudas, un enfoque proactivo en la impartición de justicia a nivel internacional.
Hay tres aspectos que demarcan la estrategia de un Tribunal de Puertas Abiertas: comunicación, supervisión, ética y transparencia.
Precisamente en el marco de un Tribunal de Puertas Abiertas, y con una visión estratégica de la comunicación de nuestra jurisprudencia, la Corte implementó un nuevo proceso de notificación de Sentencias, a través de un acto en que participan las partes, y que es abierto a la prensa y la ciudadanía. Esto ha permitido incrementar la cobertura que se realiza de la Jurisprudencia del Tribunal y con ello el conocimiento de la ciudadanía al respecto.
Una parte central de un trabajo activo del Tribunal es lo que sucede luego de la notificación de la Sentencia y es la supervisión del cumplimiento, como parte integral del derecho de acceso a la justicia. En 2022 el Tribunal adoptó cambios importantes en las políticas relacionadas con este proceso. Se establecieron Jueces o Juezas relatores por países con el objetivo de dar seguimiento mucho más cercano a este proceso. De esta manera, se pudieron desarrollar audiencias de seguimiento y recibir información a través de otras diligencias, incluyendo la realización de estas en el territorio de los estados concernidos. La idea es que este proceso de Supervisión de Cumplimiento sea lo más dinámico posible permitiendo acercar a las partes y buscando soluciones con el objetivo de que las reparaciones ordenadas en las Sentencias sean cumplidas de manera integral. La Corte hoy ha implementado un enfoque activo de seguimiento y de promoción del diálogo entre las partes para cumplir las Sentencias del Tribunal. Esta dinámica, sin precedentes en la historia de los Tribunales Internacionales, sentará una nueva forma de asegurar que las Sentencias sean cumplidas. También se ha comenzado con la sistematización de la Jurisprudencia de Supervisión de Cumplimiento lo que será un aporte para operadores del sistema.
Un tercer aspecto de la Estrategia de Tribunal de Puertas Abiertas es la ética y el ejercicio transparente de sus funciones. Permítanme detenerme en este punto: La ética y la transparencia de este Tribunal son la garantía de su Independencia Judicial frente a cualquier otro actor y además un factor que refuerza la legitimidad del Tribunal. Este elemento es determinante, especialmente para un Continente donde los poderes judiciales sufren de constante acoso y persecución. Es necesario rendir cuentas de lo actuado: en cumplimiento a lo que había anunciado al inicio del año 2022, la Corte emitió el 10 de octubre un Código de Ética para Jueces y juezas del Tribunal. Este código tiene como objetivo precisar los principios éticos esenciales orientadores para el buen y prudente desempeño de las funciones jurisdiccionales de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
También cómo se había anunciado en el año 2022, es objetivo de este Tribunal convertirse en una Corte amigable con el medio ambiente. Hoy activamente se cumple un rol en torno a los Objetivos de Desarrollo Sostenible y, particularmente el objetivo 16, que establece el promover sociedades pacíficas e inclusivas para el desarrollo sostenible, facilitar el acceso a la justicia para todos y crear instituciones eficaces, responsables e inclusivas a todos los niveles. Pero respecto a cómo se cumple con este desafío está la diferencia. Esta visión de la justicia sostenible significa la reducción del uso del papel, la disminución de la huella de carbono y el uso de tecnologías que busquen hacer su trabajo jurisdiccional sostenible e inclusivo. El cambio de una energía sostenible incluye la implementación de paneles solares en nuestra sede y el uso exclusivo de vehículos eléctricos. El Tribunal agradece a la cooperación alemana por sus contribuciones para hacer realidad una Corte verde.
Un Tribunal de Puertas Abiertas requiere que su jurisprudencia sea conocida por la mayor cantidad de actores sociales, que los estándares en derechos humanos sean referencia para el debate sobre políticas públicas y nuestra democracia. En 2022, con miras a la creación de una institucionalidad académica permanente, de la cual se hablará más adelante, se reforzaron los procesos de capacitación y formación en derecho internacional de los derechos humanos. No se está hablando únicamente de conferencias y seminarios, que también el Tribunal organizó, sino de verdaderos procesos de formación utilizando diferentes recursos tecnológicos, pedagógicos y metodologías. Se realizaron 18 procesos de formación, capacitando a más de 1800 personas, la gran mayoría provenientes de instituciones de justicia y de órganos estatales de protección de los derechos humanos de 12 Estados. Entre otros recursos, en 2022, la Corte Interamericana puso a disposición del público interesado más de 25 publicaciones en materia de derechos humanos. Destaco la actualización permanente y la edición de nuevos Cuadernillos de Jurisprudencia.
Un público muy relevante en una estrategia de Tribunal de Puertas Abiertas, son los periodistas y los medios de comunicación. Además de mejorar los canales de divulgación ya existentes, la Corte ha fortalecido la comunicación cotidiana con los y las periodistas de la región a través de la creación de una Red (Red Dialoga), que ha integrado a más de 6.500 periodistas y comunicadores en la región quienes reciben y comparten información de manera periódica sobre el trabajo del Tribunal. Con el objeto de incrementar la difusión de información y conocimiento de la jurisprudencia por parte del periodismo se desarrollaron reuniones presenciales y virtuales en 17 Estados Parte entre Jueces y Juezas y periodistas. Se continúa también con el Diploma en Derechos Humanos para Periodistas y tengo el agrado de anunciar la VI y VII Edición este año, además de una Edición especial para el Caribe que se impartirá en idioma inglés. Ambas actividades cuentan con un aliado fundamental como lo es la Oficina Regional de la UNESCO para América Latina y el Caribe y a la Fundación Konrad Adenauer, a quienes agradecemos por su apoyo.
Este trabajo del Tribunal es posible gracias al decisivo apoyo de la comunidad internacional. El Tribunal quisiera agradecer a la cooperación internacional por sus contribuciones, que permitieron realizar el trabajo de la Corte Interamericana durante 2022, particularmente a Alemania, España, Noruega, Suecia, Suiza y la Unión Europea.
Es necesario destacar que esta cooperación es indispensable para el buen funcionamiento del Tribunal ya que el presupuesto de la OEA es insuficiente a tales efectos situación que debería revertirse. Reitero la necesidad de avanzar hacia Juezas y Jueces de dedicación exclusiva.
Esta estrategia de Tribunal de Puertas Abiertas no podría ser posible sin el trabajo decisivo del personal de la Secretaría de la Corte con profesionales de diversos países quienes hacen un trabajo excepcional a la hora de apoyar a este Tribunal en la toma de decisiones. Sin su dedicación, profesionalismo y compromiso con los derechos humanos, no sería posible realizar el cambio y la transformación que ha sido el signo esencial de la jurisprudencia de la Corte Interamericana a lo largo de estos cuarenta y cinco años de existencia del Tribunal. Vaya a ellos mi reconocimiento en este acto.
Visión 2023
Han pasado 45 años de funcionamiento de esta Corte en 1978. Cercanos al medio siglo de existencia de este Tribunal Internacional cuyo mandato es la estricta defensa de los derechos humanos en nuestro continente, quisiera hablar un poco sobre las perspectivas de la Corte Interamericana en este año 2023. Anunciamos la realización de un concurso fotográfico y otro de ensayos sobre el significado de este aniversario.
Primero hay que redoblar los esfuerzos por la eficiencia en la impartición de justicia. Bajo esta consigna el Tribunal continuará con las sesiones que de manera híbrida llegarán a 24 semanas. De esta manera, la Corte mantiene el récord histórico en 2022 y 2023 del número de reuniones colegiadas de los miembros del Tribunal.
Se trabajará activamente en ser una Corte que funciona en su sede de San José pero también concurre al territorio.
Tengo el agrado de anunciar que, gracias a una invitación del Estado de Chile, la Corte sesionará en dicho país.
Además de las Sentencias en Casos Contenciosos que la Corte dictará este año, quiero resaltar que se han recibido tres solicitudes de Opiniones Consultivas que el Tribunal tramitará oportunamente. Las Opiniones Consultivas son parte fundamental de las competencias del Tribunal y dan muestra de que este es un Sistema vivo que puede orientar a los Estados en sus políticas públicas para garantizar el respeto a los estándares en derechos humanos. Las Opiniones Consultivas habilitan a que la Corte decida sobre el sentido y alcance de las obligaciones internacionales de los Estados en materias que se encuentran en desarrollo o en evolución del derecho internacional. Permiten además que los Estados, en conocimiento de estas obligaciones, puedan realizar un control de convencionalidad preventivo.
México presentó una solicitud de opinión consultiva sobre las actividades de las empresas y sus efectos en los derechos humanos con el objeto de que esta Corte se refiera a cuestiones sobre la falta de debida diligencia, prácticas negligentes y/o intencionales por partes de empresas privadas relacionadas con la industria de armas de fuego, que facilitan su tráfico ilícito y su disponibilidad indiscriminada entre la sociedad.
Por su parte, Chile y Colombia presentaron una solicitud de Opinión Consultiva sobre emergencia climática y derechos humanos. Su propósito es determinar el alcance de las obligaciones estatales, en su dimensión individual y colectiva, para responder a la emergencia climática en el marco del derecho internacional de los derechos humanos, teniendo en cuenta las afectaciones diferenciadas de dicha emergencia sobre personas en diversas regiones, grupos poblacionales, la naturaleza y la sobrevivencia humana en nuestro planeta.
Por su parte Argentina presentó una solicitud para que la Corte decida sobre el contenido y alcance del derecho al cuidado como derecho humano, así como su interrelación con otros derechos.
Junto con estas actividades jurisdiccionales, se destacan acciones muy concretas que se cumplirán este año y que significan cambios muy relevantes en la estrategia de un Tribunal de Puertas Abiertas.
En primer lugar, quisiera anunciar la Creación del Centro de Formación Judicial de la Corte Interamericana de Derechos Humanos. El Tribunal considera que la primera defensa de los derechos humanos está siempre en los operadores de justicia nacionales, que son los que deben intervenir de manera inmediata y oportuna ante las violaciones a los derechos humanos de las personas. El principal propósito del Centro de Formación Judicial es difundir el trabajo y la jurisprudencia del Tribunal para fortalecer las capacidades de las instituciones públicas de nuestros Estados y diseminar el contenido y alcance de los derechos humanos entre todas las personas interesadas. Esto se realizará tanto presencialmente, como con una importante apuesta pedagógica virtual. Se buscará operar de la mejor manera en ambos mundos, como se dijo, la Corte Interamericana es un Tribunal híbrido.
Gracias a la cooperación internacional de Suiza que mucho agradecemos, la Corte Interamericana en este momento está instalando un set de grabación, audio y televisión para transmitir en directo eventos formativos y grabar clases y otros recursos de formación con alta calidad. Igualmente, a partir de la próxima semana, serán iniciados, gracias a la cooperación de Suecia, tres cursos auto-formativos sobre el Sistema Interamericano a los que al día de hoy se han inscrito 13.000 personas de todo el continente. A estos cursos se sumará un espacio virtual de formación del Centro en el cual se ofrecerá un catálogo de cursos en línea sobre las diferentes líneas jurisprudenciales de la Corte IDH. De esta manera, el Aula Virtual del Centro de Formación contribuirá a atender la creciente demanda que recibe la Corte IDH y permitirán a un gran número de personas en todos los países de la región acceder a las actividades formativas sobre derechos humanos. Hoy, con el desarrollo del Centro de Formación de la Corte Interamericana se da un gran paso hacia ese futuro mejor, hacia la democratización de la formación de calidad, gratuita y universal en derechos humanos. En este proceso se está trabajando con el apoyo de varios actores, entre ellos UNESCO, para la planificación de cursos sobre temas de vigencia en materia de derechos humanos.
En segundo lugar, quiero anunciar la creación del Canal Corte IDH TV. La Corte no es sólo un Tribunal que comunica activamente su jurisprudencia a través de mecanismos tradicionales, ahora da un paso más. Se tratará de un espacio de difusión audiovisual que compartirá información respecto al trabajo de la Corte, su jurisprudencia, las audiencias públicas, así como integrará un espacio de educación en derechos humanos a través de un lenguaje audiovisual. Este canal estará disponible en línea en forma permanente, en modalidad streaming y on demand, y a su vez compartirá su programación con los canales de televisión de los Poderes Judiciales de la región.
En tercer lugar, con miras a cumplir con los objetivos de desarrollo sostenible que imponen la necesidad de que la justicia sea inclusiva, este año se están preparando dos importantes protocolos, de manera que esta sea una Corte a la que todos y todas puedan acceder.
Procedo a anunciar que trabajaremos en la adopción de un Protocolo para la Atención de Víctimas. Cuando lo entienda necesario, una presunta víctima puede contar con adecuada atención sicológica y acompañamiento durante su comparecencia ante la Corte.
El segundo protocolo que el Tribunal desarrollará será el de Participación de Niños y Niñas, que permitirá que, teniendo en cuenta el principio rector del interés superior de los niños y niñas, participen y se constituyan como verdaderos sujetos procesales ante la Corte y hagan valer sus intereses jurídicos de manera autónoma.
Junto con estas acciones concretas el Tribunal continuará realizando otras actividades con el fin de seguir contribuyendo a consolidar el estado de derecho y la plena vigencia de los derechos humanos en nuestra región.
Para la Corte Interamericana el diálogo con otros tribunales internacionales y nacionales es esencial. Desde hace varios años, a iniciativa de este Tribunal, se realizan reuniones periódicas con la Corte Africana de Derechos Humanos y de los Pueblos y el Tribunal Europeo de Derechos Humanos. Este año, en el mes de mayo, la Corte Interamericana será la anfitriona de este encuentro.
Igualmente, la Corte mantendrá el diálogo con las altas cortes nacionales de los Estados Parte, mediante la participación en foros como la Cumbre Judicial Iberoamericana y el Encuentro de presidentes y presidentas de tribunales constitucionales, así como a través de reuniones bilaterales.
Al ser un tribunal abierto, la consigna es el diálogo, por lo que se continuará con los procesos de relacionamiento y de organización de eventos, conjuntamente con Escuelas Judiciales de la Región, así como con universidades y organizaciones de la sociedad civil.
En esta línea un punto importante es que este año el Tribunal ha retomado la presencialidad en el programa de pasantías y visitas profesionales. Al día de hoy, se cuenta con 22 pasantes de 9 nacionalidades distintas. Quiero anunciar, además, que la Corte Interamericana retomará la Beca del Caribe, destinada a jóvenes abogadas o abogados del Caribe de habla inglesa. El compromiso con el Caribe se demuestra también en este espacio de formación.
Algunas reflexiones sobre la realidad actual para los derechos humanos
La Corte Interamericana de Derechos Humanos conmemora este año 45 años de fundación. Es un momento importante para que el Tribunal reflexione sobre sus aportes en torno a la consolidación del Estado de Derecho, la democracia y el desarrollo sostenible.
En 1978 se creó la Corte Interamericana de Derechos Humanos. A partir de entonces quedó instaurado en nuestra América un régimen que consagra, tal como señala el Preámbulo de la Convención Americana sobre Derechos Humanos: "que los derechos humanos no nacen del hecho de ser nacional de determinado Estado, sino que tienen como fundamento los atributos de la persona humana, razón por la cual justifican una protección internacional".
Una historia común, varias naciones, un destino compartido y el compromiso con el Estado Democrático de Derecho y los Derechos Humanos, eso es la Convención Americana sobre Derechos Humanos.
Hoy varias décadas después la globalización, las nuevas tecnologías, la migración y el intercambio desigual de bienes y servicios son algunos de los factores que hacen que las respuestas legales nacionales sean limitadas. La integración y las soluciones transfronterizas holísticas son clave y es por ello por lo que los tribunales internacionales cobran mayor relevancia en la consolidación de la democracia en el marco del Estado de Derecho.
La dignidad humana es el espacio más esencial, impenetrable e inquebrantable del ser humano. Allí ningún gobierno, por más corrupto, sediento de poder o autoritario, ni ninguna organización criminal, ni ningún perpetrador particular podrá jamás llegar. Es allí, en la dignidad humana, en donde se fundan los derechos humanos y, por lo tanto, nuestro Sistema Interamericano. Este es un Tribunal que da respuesta a esos desafíos, un Tribunal que devolvió la voz y contribuyó a la dignidad de privados de libertad, niñas, niños y adolescentes, mujeres, personas adultas mayores, personas con discapacidad, afrodescendientes, integrantes de pueblos originarios y tribales, personas LGTBI+, migrantes, refugiados, desplazados forzosamente, defensoras y defensores de derechos humanos y medioambientales, periodistas y personas en situación de pobreza. Todos ellos grupos de personas que históricamente se han visto arrastrados a una situación o condición de vulnerabilidad.
En una región como la Latinoamericana, con altísimos índices de pobreza y desigualdad, la contribución de la Corte Interamericana a la protección de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales ha sido una respuesta, no sólo esencial sino también prioritaria.
Todos los Estados de la región enfrentan grandes desafíos en materia de derechos humanos. La crisis económica, la situación postpandemia, la crisis de migración, así como otros retos están debilitando las democracias y estados de derecho.
Hoy ante los problemas de las sociedades es posible advertir que la jurisprudencia ha aportado su mirada en clave de Derechos Humanos. Ante el desafío de la estabilidad de la democracia, la Corte ha dotado de sentido y alcance a las obligaciones de los Estados en materia de democracia a través de la Carta Democrática Interamericana. Este instrumento establece que "Los pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla". El Tribunal ha considerado que los elementos básicos de la democracia y los deberes establecidos en dicho instrumento son la interpretación auténtica de las obligaciones convencionales en materia de democracia.
A través de su Jurisprudencia constante el Tribunal ha desarrollado además los elementos de la democracia.
Ante los desafíos y amenaza a la libertad de expresión que se viven en nuestros países, la Corte ha sido enfática en señalar que la libertad de expresión es la piedra angular de la democracia. Igualmente, ha profundizado en los derechos políticos y ha delimitado situaciones que pueden atentar contra la democracia, como la reelección presidencial indefinida. Ha establecido la importancia de la garantía colectiva y el multilateralismo en el Estado de Derecho y la democracia. La Corte ha expresado su preocupación por la situación de los Derechos Humanos en Nicaragua, situación que será próximamente puesta en conocimiento ante el Consejo Permanente de la OEA.
Ante las acciones de persecución a actores del sistema de justicia que buscan combatir la corrupción y asegurar el Estado de Derecho, también el Tribunal ha fijado estándares. En este sentido, la independencia judicial y la imparcialidad de los Tribunales ha sido también parte de los desarrollos jurisprudenciales de la Corte.
A su vez, a través de la figura del control de convencionalidad y el diálogo jurisprudencial, la Corte Interamericana ha considerado siempre que la primera respuesta en la tutela de los derechos humanos recae en el juez o jueza nacional. Son estas personas las que hacen efectiva a la Convención Americana y otros tratados de derechos humanos en primera línea. Esta Corte seguirá trabajando hombro con hombro con juezas y jueces nacionales para hacer efectivo el Estado Democrático de Derecho y seguirá apostando por las instituciones, la separación de poderes y el respeto de los derechos humanos como condiciones para la resolución de cualquier tipo de conflicto.
Por supuesto, la democracia no se agota en sus elementos formales, ésta se construye día a día sobre la base del diálogo, la tolerancia y el respeto a las instituciones. Incorporar las voces de las personas que demandan sus derechos, teniendo en cuenta la crisis del principio de la representatividad y actuar como un sistema en el cual se solucionan pacíficamente los conflictos internos de la sociedad rol esencial de la democracia.
Es necesario mejorar el acceso a la justicia interamericana para que las víctimas acciones en defensa de sus derechos ante el Sistema Interamericano.
Es menester dejar atrás discursos polarizantes. Es momento para trabajar más allá de ideologías por avanzar en hacer efectivos los derechos humanos, consolidar el Estado de Derecho y reafirmar la Democracia. En una democracia los adversarios políticos no son enemigos sino personas que piensan diferente.
En ningún momento la violencia o la represión pueden ser vistas como salidas legítimas de crisis sociales. Es momento de voltear la mirada a las respuestas que da el derecho internacional de los derechos humanos, respetando siempre las reglas de la democracia. Para que prevalezca siempre la institucionalidad democrática, es necesario destacar la importancia del diálogo.
La legítima protesta social no debe criminalizarse. Las defensoras y defensores de derechos humanos, periodistas, fiscales y jueces independientes, no pueden ser vistos como enemigos de la democracia, todo lo contrario, sus labores contribuyen a fortalecerla. Es hora de empezar a buscar coincidencia y no diferencias. La jurisprudencia y los estándares que ha fijado la Corte Interamericana pueden ser el punto de encuentro para las diferencias, son un instrumento vivo que está ahí disponible para la aplicación de políticas públicas que fortalezcan nuestras democracias.
Este es un Tribunal vivo y que a pesar de que su presupuesto y personal sea significativamente menor a los otros dos Tribunales Regionales de Derechos Humanos, ha generado un gran impacto en el Continente, y esto es gracias a su capacidad de adaptación. En sus cuarenta y cinco años de existencia el Tribunal ha ido adaptándose y buscando cada vez mayores formas de cooperar con las autoridades estatales y llegar a las personas de manera más directa.
La ruta que se debe priorizar es efectivamente, las que se conocen como las tres D: más democracia, más derechos humanos y más desarrollo sostenible.
En este aniversario, no solo reflexionemos sobre la importancia duradera de la Convención Americana, sino que también es momento de que actuemos acorde. Es tiempo de que expresemos el valor de los derechos humanos y los defendamos en todas las situaciones, en todos los discursos, en todos los foros.
Este es el mejor tributo que podemos ofrecer a los hombres y las mujeres que hace más de 50 años redactaron un documento con vocación de proteger la dignidad de cada una de las personas de nuestra región. Pero, sobre todo, este es el tributo que les damos a las víctimas de las violaciones a los derechos humanos, cuyas duras historias de vida y sufrimientos no han sido en vano.
Sí, debemos reconocer que vivimos en un Continente que vive con muchos desafíos, que lamentablemente a veces se oculta bajo un manto de oscuridad. Pero, desde hace 45 años, la ciudadanía de las Américas sabe que esta Corte constituye el ámbito en el que es posible efectivizar la garantía de respeto de los derechos humanos y obtener la necesaria reparación en casos de violación.
Amigas y amigos de la Corte Interamericana, permítanme recordar a Eduardo Galeano cuando se refería a la utopía que yo identifico con el compromiso de hacer efectivos los derechos humanos de las personas especialmente los más desvalidos. Dice Galeano “la utopía está en el horizonte. Camino dos pasos, ella se aleja dos pasos y el horizonte se corre diez pasos más allá. ¿Entonces para qué sirve la utopía? Para eso, sirve para caminar”. Hoy todos caminamos hacia ese horizonte de protección de los derechos humanos que nos obliga día a día a dar lo mejor de nosotros mismos, cuidando el camino y el proceso de impartición de justicia.
Como Presidente de la Corte Interamericana y, en nombre de mis colegas Juezas y Jueces de este Tribunal, declaro formalmente inaugurado el Año Judicial Interamericano 2023.
Muchas gracias.