Muy buenas tardes a todas y todos
Es para mí un gran honor dirigirme a ustedes el día de hoy con motivo del inicio del 150 Período Ordinario de Sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, celebrado en esta ocasión en Brasilia entre el 22 y el 27 de agosto de 2022.
Debo iniciar expresando mi profundo agradecimiento, en nombre de la Corte Interamericana, al Estado de Brasil para realizar estas Sesiones en un país que es de alta estima para este Tribunal. Agradecemos igualmente, el apoyo, la colaboración y las atenciones brindadas a la Corte por parte del Ministerio de Relaciones Exteriores, así como al Tribunal Supremo Federal y al Tribunal Superior de Justicia, sin quienes esta visita no habría sido posible.
Es muy grato y alentador para la Corte Interamericana regresar a Brasil. Esta es la tercera oportunidad que el Estado invita a este Tribunal a sesionar, siendo las ocasiones anteriores en 2006 y 2013.
Para la Corte Interamericana de Derechos Humanos, los Períodos de Sesiones que celebra fuera de su sede regular, ubicada en San José, Costa Rica, son actividades de gran relevancia. Desde el año 2005, nuestro Tribunal ha celebrado 31 Períodos de Sesiones en 16 Estados Parte de la Convención Americana.
Las sesiones fuera de la sede cumplen objetivos muy importantes para la Corte Interamericana: facilitan la difusión de su trabajo y de jurisprudencia, acercan la Corte a todas las personas, así como, propician un diálogo muy beneficioso con las altas autoridades nacionales y personas de la sociedad civil. En definitiva, las sesiones itinerantes le brindan a la Corte la oportunidad de tener una gran proximidad con las diferentes realidades de nuestra América y acercarse a los verdaderos destinatarios de su gestión: las personas. Hoy la Corte Interamericana se constituye en Brasil para mostrar de manera transparente y accesible su trabajo, en el marco de su política de justicia abierta, que vincula al Tribunal directamente en el caso con brasileños y brasileñas.
La presencia de la Corte en Brasil permite apreciar de manera directa cómo se desenvuelve un proceso internacional ante este Tribunal interamericano. No está dentro de las competencias de la Corte Interamericana recibir denuncias sobre violaciones a los derechos humanos, ni estudiar la situación general del país en materia de derechos humanos. Tampoco es posible que este Tribunal conozca de Casos Contenciosos en contra de Brasil durante su estadía en este país.
Las actividades de la Corte son públicas en su integridad y en las mismas pueden participar todas las personas. Se inician hoy con un seminario titulado “Control de convencionalidad y grupos en situación de vulnerabilidad” en homenaje al Exjuez y Expresidente de la Corte IDH, Prof. Antônio Augusto Cançado Trindade.
Debo honrar en nombre de la Corte Interamericana la memoria del gran jurista Augusto Cançado Trindade, quien fue Juez de la Corte Interamericana entre 1995 y 2006, siendo su Presidente en dos períodos (1999-2003).
Extiendo en nombre de toda la Corte IDH mis respetos a sus familiares la señora Carmelita Ossa Heanao viuda del Juez Cançado y a los hijos Adriano, Octavio y Vinicius hoy presentes en este acto.
Pocas personas han impactado tanto en la forma en que comprendemos el Derecho Internacional en la actualidad como Cançado Trindade. La centralidad y subjetividad del individuo en el Derecho Internacional y el locus standi de las víctimas ante tribunales internacionales son desafíos aún vigentes que asumimos como propios.
En sus propias palabras: ‘‘en el Derecho Internacional, más allá de los Estados, están las personas, que los componen’’.
Fiel defensor del acceso directo a la Corte Interamericana y con los ojos siempre puestos en la atención por los grupos en situación de vulnerabilidad, así como la afirmación de los derechos económicos, sociales, culturales y ambientales como justiciables ante la Corte, el Juez Cançado Trindade se adelantó a grandes temas que aún hoy constituyen debates importantes en el desarrollo del Derecho Internacional de los Derechos Humanos.
Estos son solo algunos de los aportes del gran jurista brasileño que hoy se han consolidado en la jurisprudencia de la Corte Interamericana. El propio Cançado Trindade contaba una anécdota que reflejaba este carácter. Una vez, en la Presidencia de la Corte Interamericana, estaba presentando algunas propuestas de reforma. Estaban bastante avanzadas las negociaciones, cuando un Embajador pidió la palabra y de manera muy amable dijo refiriéndose a Cançado: “Señor Presidente, aprecié mucho sus propuestas de reformas y aprendí que, si queremos ser realistas, tenemos que reivindicar lo imposible’’. Después de todo, tal como decía el propio Santos Dumont: ‘‘las grandes creaciones son, ante todo, el resultado de un trabajo obstinado’’.
Volviendo a las actividades de la Corte, los días siguientes, del martes al viernes se celebrarán 4 audiencias públicas de Casos ontenciosos en contra de Argentina, Ecuador, México y Perú. Estas audiencias forman parte de la etapa oral dentro del proceso. Durante cada audiencia, la Corte escuchará a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, quien presentará el caso y las razones por las que lo sometió a la jurisdicción de la Corte, luego a los declarantes, presuntas víctimas, testigos o peritos, presentados tanto por los representantes de las presuntas víctimas como por los respectivos Estados. Además, se escucharán los alegatos orales de las partes.
El primero de los cuatro casos es el de los Pueblos Indígenas Tagaeri y Taromenane Vs. Ecuador que trata sobre la presunta responsabilidad internacional de dicho Estado por las alegadas violaciones a los derechos humanos de los mencionados Pueblos Indígenas que se encuentran en aislamiento voluntario.
El segundo caso, es Olivera Fuentes vs Perú, relacionado con la supuesta discriminación sufrida en un supermercado por las muestras de afecto mostradas por una pareja del mismo sexo en 2004.
El tercer caso, Álvarez Vs. Argentina, trata sobre las presuntas violaciones a las garantías procesales en el marco del proceso penal seguido a la presunta víctima por conductas anteriores a su mayoría de edad, que terminó con la aplicación de la pena de reclusión perpetua.
El cuarto caso, García Rodríguez y Reyes Alpízar Vs. México, se relaciona con la presunta responsabilidad internacional del Estado por la alegada tortura, así como por la detención en prisión preventiva por más de 17 años de dos personas.
Como pueden ver las temáticas que tratará la Corte durante esta visita son diversas y permiten evidenciar problemáticas en materia de derechos humanos similares o estructurales en algunos contextos de la región.
Señoras y señores,
Tras las atrocidades y devastación causada por la Segunda Guerra Mundial emergió una nueva conciencia mundial sobre la base de que todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos. Es en torno a esta idea que surge la necesidad de crear un sistema jurídico cuyo objetivo sea la defensa, protección y promoción de los Derechos Humanos. De esta manera, nace y empieza a desarrollarse una nueva arquitectura de protección de derechos humanos, la cual tiene una dimensión multinivel: a nivel universal, a nivel regional y a nivel nacional.
El desarrollo del Sistema Interamericano de Protección de los Derechos Humanos es único en su clase. En el contexto muy particular de la región la Corte Interamericana de Derechos Humanos inició sus funciones en 1978. En el mundo de la Guerra Fría, donde en América Latina primaban los autoritarismos y las dictaduras, fuimos los americanos y americanas quienes ideamos este sistema para hacer frente a la barbarie y consolidar el Estado democrático de Derecho.
El origen el Sistema Interamericano se encuentra íntimamente ligado al desarrollo de las sociedades democráticas y en el marco del Estado democrático de Derecho. La Carta de la OEA y la Declaración Americana de 1948, establecen los pilares de este sistema que posteriormente, es consolidado por la Carta Democrática Interamericana de 2001. Tal como ha señalado la Corte en su reciente Opinión Consultiva sobre la incompatibilidad de la reelección presidencial indefinida, la Carta Democrática Interamericana es un instrumento jurídico, que constituye ‘‘una norma de interpretación auténtica de los tratados a que se refiere, pues recoge la interpretación que los propios Estados miembros de la OEA, incluyendo a los Estados parte en la Convención Americana, hacen de las normas atingentes a la democracia tanto de la Carta de la OEA como de esta’’.
La Carta Democrática señala expresamente que “[l]os pueblos de América tienen derecho a la democracia y sus gobiernos la obligación de promoverla y defenderla”.
A su vez, la Carta Democrática establece como elementos esenciales de la democracia representativa, entre otros, el respeto a los derechos humanos y las libertades fundamentales; el acceso al poder y su ejercicio con sujeción al Estado de Derecho; la celebración de elecciones periódicas, libres y justas; el régimen plural de partidos y organizaciones políticas; y la separación e independencia de los poderes públicos.
Han pasado 30 años, desde que en diciembre de 1998 el Estado brasileño decidiera soberanamente formar parte de la jurisdicción de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
A partir de ese momento se abrió el horizonte del acceso a la justicia interamericana de los brasileños y las brasileñas. Significa que todas las personas presentes hoy, junto con los 500 millones, que forman parte de la jurisdicción de la Corte, cuentan con una protección adicional a la nacional, que actúa con carácter subsidiario y que permite una adecuada reparación integral a las víctimas.
En este rol en la protección de los derechos humanos, la Corte Interamericana no es la única institución garante, sino que se trata de un sistema que, de manera orgánica y multinivel, interactúa con las instituciones nacionales en todas sus esferas. Jueces nacionales e internacionales, todos somos al final del día Jueces Interamericanos.
Formar parte de un Sistema Interamericano significa que, por encima de las fronteras nacionales, de las condiciones de pobreza o de vulnerabilidad, de la raza, del sexo, de la orientación sexual o del idioma, de la religión o las opiniones políticas, las brasileñas y brasileños están protegidos por instituciones en distintos niveles y esferas. Significa que el ser humano ha quedado instalado como el centro del sistema internacional, nacional y local y de toda actuación estatal.
La jurisprudencia respecto de Brasil es vasta y ha permitido desarrollar importantes estándares. Solo por nombrar algunos ejemplos, la fiscalización y supervisión de instituciones de salud mental, el concepto de esclavitud contemporánea y la trata de personas, los límites al uso de la fuerza por parte del Estado y los elementos de los crímenes de lesa humanidad a la luz del Sistema Interamericano. Igualmente, la Corte pudo determinar el contenido del derecho al trabajo en relación con las condiciones equitativas y satisfactorias que garanticen la seguridad, la salud y la higiene. Igualmente, la Corte ha tratado casos sobre temas muy actuales como los criterios para superar los obstáculos que generan la impunidad en casos de violencia de género y feminicidios.
Por otro lado, a través de su función de dictar Medidas Provisionales, una muy importante competencia, la Corte ha venido supervisando la implementación de Medidas Provisionales que buscan proteger de manera inmediata y urgente a personas privadas de libertad en 5 penitenciarias en Brasil.
Igualmente, la Corte otorgó recientemente unas Medidas Provisionales para proteger la vida, integridad, la salud, el acceso a la alimentación y al agua potable de los miembros de tres Pueblos Indígenas, desde una perspectiva culturalmente adecuada, con un enfoque de género y edad, así como la prevención de actos de violencia sexual contra niñas y mujeres de dichos Pueblos Indígenas.
Con el simbolismo que caracteriza a Brasilia, la Corte Interamericana ha escogido como referente de su visita al maravilloso puente Juscelino Kubitschek: ‘‘el puente más bello del mundo’’. Porque más allá de la majestuosidad de su arquitectura y lo brillante de su ingeniería, representa la conectividad a largo plazo: una conectividad sostenible.
Es en esa línea que me es muy grato anunciar que la Corte Interamericana se encuentra dando importantes pasos para reforzar aún más los pilares de estos puentes que nos unen a Brasil. Debo destacar las decisiones del Tribunal Supremo Federal de integrar los tratados de derechos humanos, incluida la Convención Americana, a la Constitución y la jurisprudencia de la Corte Interamericana como parte del bloque de constitucionalidad.
Igualmente, siguiendo esta tónica de apertura al Derecho Internacional de los Derechos Humanos quiero resaltar la pionera e importante iniciativa del Consejo Nacional de la Judicatura de Brasil, a través de un convenio de cooperación institucional firmado en diciembre de 2020, de crear una Unidad de Monitoreo de las Decisiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, impulsada por Presidente Fux, iniciativa que fortalece el dialogo institucional y a su vez coadyuva en el cumplimiento de nuestras decisiones.
En este espíritu de dialogo y fortalecimiento, quiero anunciar que, a partir de hoy, ponemos a disposición de la población de Brasil una página web de la Corte Interamericana en portugués, lo que nos acerca más con este país y su gente.
También hemos ampliado la base de las publicaciones en portugués y hoy tengo el gusto de presentar como muestra de ello la edición de un Cuadernillo de Jurisprudencia sobre Brasil, donde podrán encontrar las líneas jurisprudenciales desarrolladas de todos los casos resueltos hasta ahora respecto de este importante país.
Igualmente, quiero anunciar que durante esta semana junto con la Escuela Federal Judicial de Brasil (EFAM) en paralelo a las audiencias estaremos realizando un curso de capacitación en la Jurisprudencia de la Corte Interamericana para juezas, jueces y operadores judiciales de diferentes partes de Brasil, esto con el objetivo de fortalecer nuestro dialogo jurisprudencial.
Esta visita de la Corte a Brasil, la apertura de su sistema judicial y de protección a los Derechos Humanos creo que marcan un momento histórico en cuanto el país más grande de la región expone su voluntad de profundizar los lazos con el Sistema Interamericano de Derechos Humanos.
A no dudarlo los instrumentos normativos del sistema así como los criterios de interpretación o estándares definidos por la Corte, se integrarán en el ejercicio del control de convencionalidad como precedentes en las decisiones que se adopten cuando estén involucrados los derechos humanos de las personas.
Señoras y señores,
Vivimos tiempos complejos y difíciles. La pandemia del Covid-19 no solo ha traído sufrimiento a millones de personas en todo el mundo, sino también que ha revelado las fragilidades persistentes y las profundas grietas en lo social y económico de nuestras sociedades. La guerra de Ucrania sumada a las crisis migratorias, medioambientales y económicas, que vive el mundo y afectan la región hace más relevante el rol de nuestras instituciones democráticas. Nos encontramos en un momento de inflexión, el miedo e inseguridad ponen en jaque al Estado de Derecho y buscan hacer fracasar el multilateralismo en cuanto expresión del trabajo conjunto y de solidaridad entre los pueblos. Es necesario tomar las riendas de nuestro destino y en lugar de ver con apatía los acontecimientos que se suceden, debemos crear e impulsar un nuevo sentimiento de solidaridad y de unión haciendo prevalecer las 3D. Más democracia, más desarrollo sostenible y más derechos humanos
En primer lugar, se encuentra la democracia, que ya hemos abordado al referirnos que es uno de los pilares del Sistema Interamericano y tiene sólidas bases jurídicas en la Carta de la OEA y la Carta Democrática Interamericana. En este contexto, quiero destacar la importancia de la independencia judicial. Los jueces y juezas tienen un rol esencial en el juego democrático, porque son los guardianes del Estado democrático de Derecho y, como ha ocurrido tantas veces, los últimos bastiones de la justicia y quienes hacen verdaderamente efectivos a los derechos humanos en la práctica. Destaco especialmente el rol fundamental que en el Estado de democrático de Derecho tiene el acceso a la justicia, que exige que más allá de las vulnerabilidades, que el servicio de justicia sea accesible de todas las personas. Una justicia accesible, es una justicia sostenible.
La libertad de expresión es la piedra angular de la democracia. En tiempos donde la tecnología avanza a pasos agigantados, las reglas del mundo real no pueden dejar de existir en el virtual. Ni tampoco la tecnología puede convertirse en instrumento de represión ni armas para las violaciones a los derechos humanos o en instrumentos para tergiversar la realidad. Es alarmante observar como muchas veces en nuestra sociedad a través del uso de redes sociales se crean discursos o consolidan narrativas que buscan tergiversar la realidad o transformar al adversario político en un enemigo, esto tiene un impacto erosionante en las dinámicas democráticas.
El segundo gran pilar de la triada es el desarrollo sostenible. Nos encontramos en un momento en la historia donde el calentamiento global y cambio climático son una realidad que atenta contra nuestra integridad y donde poblaciones enteras tienen que desplazarse producto de estos. Sumémosle a este escenario la pobreza y desigualdad latentes que fueron incrementadas durante la pandemia. Sin embargo, el camino de salida a estas crisis existe. La Agenda 2030 de Naciones Unidas es una muestra del funcionamiento y logros del multilateralismo solidario: fue aprobada por los 193 países integrantes de las Naciones Unidas. En el fondo hay una promesa que interpela el presente: poner fin a la pobreza y no dejar a nadie atrás. Los más vulnerables tienen derecho a que institucionalmente dediquemos todos nuestros esfuerzos y energías. Desde la Corte Interamericana reafirmarnos este compromiso y compartimos la histórica decisión de la Asamblea General de la ONU que afirmó que el cambio climático y la degradación ambiental hace parte de las amenazas más urgentes para el futuro de los seres humanos, así como reafirma que el medio ambiente limpio, saludable y sostenible es un derecho humano.
El tercer gran pilar de esta triada son los derechos humanos. En tiempos de crisis no pueden ser olvidados. Los niveles de violencia y los retrocesos en los derechos laborales de las mujeres, los trabajadores que dejaron sus fuentes de empleo y, por lo tanto, ven en riesgo su propia supervivencia, o los niños y niñas que no pudieron continuar en las aulas, son solo algunos ejemplos. Destaco la especial situación de otros grupos vulnerables como los pueblos indígenas o tribales. A su vez, esta crisis nos afecta a todas y todos a través de la inflación y el desabastecimiento. Sin embargo, la respuesta a estas crisis no puede ser cristalizar los retrocesos en los derechos humanos de las personas, ni volver un parámetro la erosión democrática.
Hoy en día en contextos en que se alzan voces autoritarias, algunos pretenden hacernos creer que los derechos humanos son temas propios de la soberanía nacional o de incumbencia del orden interno, situación que les permite desarrollar con diferente intensidad, diversos tipos de abusos y restricciones a estos. Este tipo de discursos que pretenden desconocer más de 70 años de evolución del derecho internacional de los derechos humanos y del derecho constitucional son altamente nocivos. Nadie puede permanecer indiferente ante los atropellos y abusos a los derechos humanos no importando el lugar donde se den. Volvamos a poner los derechos humanos al frente.
Señoras y señores,
Si la pandemia nos mostró la fragilidad de nuestras vidas y de nuestros sistemas de salud. El camino adelante es más derechos humanos, particularmente más derechos económicos, sociales, culturales y ambientales. Si la guerra de Ucrania trajo consigo devastación, inestabilidad y sufrimiento. La respuesta debe ser el multilateralismo y el regreso a los principios básicos del Derecho Internacional. Si las crisis económicas, de migración y del medio ambiente trajeron consigo mayor miedo e incertidumbre. El Desarrollo sostenible es la única respuesta.
Es cierto que los desafíos de nuestro presente parecen presentar un futuro incierto. Sin embargo, juntos podemos hacer de estas crisis oportunidades para la transformación. Convirtamos la angustia e incertidumbre en paz y esperanza. El camino está trazado y las 3 D: democracia, desarrollo sostenible y derechos humanos deben guiarlo.
En este histórico Palacio de Itamaraty, símbolo del modernismo brasileño y su contribución al mundo. En esta ciudad, obra real y tangible de los sueños de grandes arquitectos y planeadores de la República. En este momento histórico, donde los derechos humanos, el desarrollo sostenible y la democracia son especialmente esenciales, la Corte Interamericana de Derechos Humanos se constituye en Brasilia.
Declaro formalmente inaugurado el 150 Período Ordinario de Sesiones de la Corte Interamericana de Derechos Humanos.
Muchas gracias.
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